María Pombo es la influencer española por excelencia. Tras casi una década desde que creará su cuenta en Instagram, acumula ya más de 2 millones de seguidores. Una auténtica comunicadora nata que ha revolucionado las redes sociales, y que junto a su marido Pablo Castellano, protagonizan numerosas publicaciones y noticias, lo cual refleja el éxito profesional y personal, y el momento tan dulce que ambos están atravesando. Como guinda, estrenan una nueva casa situada en la exclusiva zona residencial de El Bosque en Madrid.
Una reforma integral de altura
Hace unos meses la pareja nos mostraba a través de un house tour, el interior de su hogar tras la reforma integral realizada por Grupo Archarray, la empresa especializada en construcción, reforma y rehabilitación de interiores de la cual es propietario Pablo junto a su hermano Jacobo.
Una bonita casa de 200 m2 que han construido a medida e impregnado de gran personalidad, en la que predominan los espacios diáfanos con mucha luz.
En cuanto a la elección de materiales, tanto María como Pablo tenían claro que debían ser de primerísima calidad, combinando estética y rendimiento. Por eso Neolith® fue la superficie escogida por la pareja desde el primer momento para distintas estancias de la casa como la cocina, el vestidor y también todo el exterior y piscina.
Alma y calma en la cocina
Ultra-higiénica, resistente y muy fácil de mantener, Neolith® es la solución perfecta para la agitada vida de la joven pareja que además, acaban de convertirse en papás de Martín.
El vestidor de una influencer de moda
La habitación más estilosa de la casa donde María guarda sus mejores looks en un vestidor amplio de tonalidades blancas con infinitos armarios y una elegante cómoda con un sobre de Neolith® Iron Frost.
Un diseño minimalista y neutro que se distingue por sus delicadas pinceladas de brillo metalizado sobre un fondo blanco que contrasta con los tiradores dorados, aportando equilibrio y un estilo muy chic a la altura de una gran influencer de moda.
La terraza, un auténtico oasis
De un tono gris suave que inunda las paredes y suelos, incluso el de la propia piscina, al ser idóneo para ser utilizado en grandes superficies por su atemporalidad, pudiéndose combinar con otros elementos arquitectónicos. En este caso, con el diseño relajado de la terraza de María y Pablo, inspirado en el estilo bohemian chic de Formentera, cargado de vegetación y con mobiliario de fibras naturales.
Todo un ejemplo de cómo cada uno de los rincones de la casa ha sido pensado al detalle, siendo la piscina uno de los espacios más “instagrameables”.